jueves, 8 de abril de 2010

La vacancia de Alan


Ollanta Humala y la bancada nacionalista -de cangrejos congresales- quieren vacar al presidente Alan García por su “incapacidad moral permanente”. ¿El sustento? Las protestas sociales durante su gobierno alcanzan los 70 fríos a punta de perdigonazo limpio.

En realidad no es la primera vez que, se le oye la misma cantaleta para querer ganarse el cariño de los electores -despistados y si es que los tiene-. Pero así siga con lo mismo Humala sabe que sus palabras son sólo peliculina para el populorum porque eso nunca va suceder. A no ser que Alan -como Fujimori- se fugue al japón para renunciar por fax.

Ya el mismo Daniel Abugattas -cómo traductor de las barbaridades orales de Ollanta - reconoció que el pedido de vacancia sólo era un gesto público para jalarle la papada al gobierno por la manera tan desatinada de manejar las protestas al interior del país. ¿Ya ven cómo los humalistas quieren bajarle la llanta al gobiero de cualquier forma?

-¿Pero... a ver... usted alumno . Qué es la vacancia presidencial?

Es una figurita jurídica para destituir al Presidente de la República, o sea para sacarlo -si se puede con grúa-, en un sistema constitucional que lo blinda, dado que él es el bravo de todas las instituciones. Nuestra Constitución, históricamente, le ha dado más peso al Presidente -a pesar que Alan no lo necesita por el sobre-peso que le inunda- y por tanto, evita que sea vulnerable. De allí que la responsabilidad por los actos del Poder Ejecutivo la tienen los Ministros y no él -porque es de peso-. Ello hace que los Ministros sean como fusibles y que no se pueda sacar al Presidente -a menos que le pongan rueditas de avión a su cama.

Si aguaitamos el artículo 113º de la Constitución Política encontraremos claramente las causales que Ollanta necesita para vacar al Presidente y de paso, desestabilizar nuestro sistema:

1. Muerte del Presidente (y no se vale decir que se muere por comer).

2. Aceptar su renuncia vía el Congreso.

3. Salir del territorio del país sin permiso del Congreso o no volver en el plazo fijado -sólo por comerse una paella.


4. Destitución, luego de comprobarse que el Presidente cometió: traición a la patria; por impedir las elecciones presidenciales, las parlamentarias, regionales o municipales; por disolver el Congreso -como Fujimori; por impedir las reuniones o funcionamiento del Congreso, el Jurado Nacional de Elecciones, el ONPE y el RENIEC -sólo para comerse solito una lasagna familiar.


5. Incapacidad física y moral permanente, declarada por el Congreso. Y...

6. Por romper las sillas y sillones de palacio de gobierno al sentarse de cuajo sin haber culminado su dieta .

Pero hablando con más seriedad mi ser y mi edad no tienen nada que ver en esto, pero sí creo que de todos estos lamentables requisitos, la vacancia sólo deberería ser posible si existen causas que involucren directamente al Presidente en una conducta realmente grave. Bajo esta interpretación, el planteamiento del humalismo, independientemente de la condena política a las acciones de García, no podría sostenerse, pues ni siquiera tenemos indicios que García haya ordenado las muertes en casos como los de Bagua y el reciente paro minero donde enfriaron a seis más.

Lo cierto es que con vacancia o no, los casos de corrupción y violencia social que resaltan en este gobierno aprista son repudiados por la mayoría de peruanos. Ollanta debería ser más mosca, si pide la vacancia de Alan debería pedirla por bailar tan mal y por saltar como caballo mientras lo intenta. Ahí sí que medio país lo apoyaría, pero contra la pared porque el cachaco tampoco baila.

Así que no me venga con floros de militar. Saludos a Nadine y sus honorarios venezolanos. Esos sí que bailaron bonito.



CDH/EQM

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