martes, 19 de noviembre de 2013

El presidente que no podía gobernar

El escándalo con Óscar López Meneses,  recordado operador de Vladimiro Montesinos,  ha desestabilizado al gobierno. Humala se puso nervioso, le dio una patada a Pedraza y a varias cabezas de la policía creyendo que así iba cortar de plano toda responsabilidad de su parte.  Seamos claros. Aquí hay una feria de confusión e intereses. El presidente ha salido a decir que todo es culpa de una red de corrupción y tráfico de influencias  dentro de la policía.

Un refrito.

¿Acaso recién ayer se enteró que hace año y medio había personal de la policía vigilando una vivienda creyendo que era la del Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas?  ¿Tan tontos son nuestros policías? Pues no. Pero siendo Humala como es podemos creer que recién esta mañana se enteró -o recién se lo contó su esposa candidata- de lo que pasaba en la casa de López Menéses, y para salvar el pellejo se deshizo de su intocable asesor Adrián Villafuerte.

Recordemos que en 1998 Meneses gozaba de la protección policial que le otorgaba el mismo Montesinos. Y  dejando en libertad la memoria, si en el pasado en la casa de este señor se hallaron equipos de chuponeo, por qué no podemos pensar ahora en el inmueble intervenido días atrás, también habían equipos de interceptación. Es la única explicación posible para que el terremoto se haya llevado un ministro, un asesor presidencial y varias cabezas policiales.

¿Acaso no es verdad que Villafuerte era verdaderamente el ministro del Interior?

El presidente Humala, que parece no ser quien gobierna, tampoco se defiende bien de sus enemigos, como el APRA y el fujimorismo,  que han jurado licuarlo, primero con Qali Warma, segundo con su casi socio Toledo, y ahora con la corrupción que alberga en algunas de las instituciones que debe aprender a administrar.

La cosa es muy compleja. Los problemas en el gobierno existen, y de eso se aprovechan sus enemigos. Recordemos que a Humala le bajaron el dedo, como dijo Julio Cotler, después de que se le negara el indulto a Fujimori.  La arremetida de Alan García es por la cruz que le han puesto en la megacomisión. Ambos salen ganado si hay un golpe de estado.


¿Acaso López Meneses no es más cercano de Agustín Mantilla que del mismo Ollanta Humala? El negocio de chuponear gente es un gran negocio. El presidente Humala no se atrevería a aprobar semejante juego sabiendo cómo acabó Fujimori. Increíble que nadie sospeche esto, que el fiscal Peláez solo hallara un betamax y varios celulares cuando allanó la dichosa vivienda, y qué extraño que está denuncia salga a la luz después de 5 meses en la libreta de notas.



CDH/EQM


martes, 12 de noviembre de 2013

Quién manda a quién en el gobierno de Ollanta Humala

En setiembre del año pasado cuando el presidente Ollanta Humala visitaba la Feria Expoalimentaria en la Base Aérea de Las Palmas, en Surco, negó tajantemente que exista un cogobierno con su esposa.

Y sus palabras textuales fueron: “El que fue elegido para gobernar es el presidente. El presidente gobierna con sus ministros en coordinación con el primer ministro, no solo porque lo manda la Constitución, sino porque esa es la manera de gobernar”.

¿Y qué pasó? 

Ahora admite orondo que gobierna de la mano de Nadine Heredia y que eso es un ejemplo de familia. 

Por eso es que la señora Heredia se malacostumbró a opacar a los ministros en cuanta ceremonia pública, interrumpiendo la programación del canal del Estado, metiéndose a los hogares de todos los peruanos y a creer que tiene ministras a su disposición.

El presidente Humala cree que a los peruanos se les cae la baba. Cuando dice “creemos que es mejor gobernar el país como familia que como una sola persona. Tenemos que trabajar juntos", lo que busca es fabricarle imagen a Nadine Heredia, darle poco a poco espacio político y hacerla presidenciable. Y eso no es secreto. Ya se conocía esas intensiones.

El problema del Humala Tasso -para el país y la clase política- es que se dispara a los pies. Minimiza al nuevo premier –quien habla despacio y muy prudente pero no resuelve ni resolverá nada porque su designación fue para contentar a la taquilla-  y levanta a la esposa, lo cual es inconstitucional porque a Nadine Heredia nadie la eligió en el gobierno, ni a ella ni a sus hijos, y menos a una familia.

Qué responsabilidad tiene la señora dentro del gobierno. Por el contrario si Humala admite que gobierna con su esposa entonces está en falta. El cargo de presidente de la República no se comparte. Dónde está el Colegio de Abogados o el Tribunal Constitucional.

Por último, qué extraño que luego de tantas denuncias en los tres últimos gobiernos, todos atacándose con denuncias de corrupción, de pronto Keiko Fujimori se quede callada, que ya no se hable de Alejandro Toledo, y que el Apra prefiera que Martha Chávez continúe como coordinadora del subgrupo de Derechos Humanos de la Comisión de Justicia del Parlamento.

Todos salen ganado al fin y al cabo, y como se acomodan las cosas, recién empiezan a ponerse de acuerdo con la elección de los integrantes para el Tribunal Constitucional. Tontos no somos. Cortinas de humo; a eso huele todo.


CDH/EQM