viernes, 24 de agosto de 2012

"Nosotros como presidentes…"

Pese al aluvión de cuestionamientos en la prensa y en el Congreso el viaje de la primera dama a Brasil en el avión presidencial no es el problema. Lo que debemos saber es más simple. Cuál es el verdadero papel de la señora Heredia en el gobierno para ser invitada por la presidenta Rousseff. ¿Acaso la ministra Trivelli no puede hacer su trabajo sola?

No es la primera dama quien acompaña a la ministra de Inclusión; es al revés. Carolina Trivelli es quien lleva los portafolios de la esposa del presidente interesada en el programa “Bolsa Familia” de ese país. Por qué Nadine Heredia se encarga de eso si no es funcionaria. Y como ella no es funcionaria no se le puede ni reclamar ni fiscalizar. Ese es el inconveniente. No tiene responsabilidad en actividades del Estado. Encima es ella quien lleva las invitaciones del país a las Cumbres de América del Sur y Países Árabes así como de la UNASUR. Lo que significa que los embajadores están pintados.

A un año de gobierno es claro que la señora Heredia será la sucesora de Humala. No en vano el presidente durante su discurso en Junín -donde inauguraba obras de agua potable-, dejó aflorar el subconsciente y dijo con voz de militar apasionado: “nosotros como presidentes…” refiriéndose a la primera dama.

Muy pocos se han dado cuenta de ello. Por lo tanto se deduce que quien gobierna es la señora Heredia y no el presidente. El mandatario es la voz fuerte -torpe a veces-, el que firma, pero el presidente al fin y al cabo. Los gobiernos de militares siempre han estado destinados al fracaso. Para Humala es una suerte tener a Nadine, para los peruanos es una incógnita perpetua sabér qué piensan, a dónde apuntan, porque Pensión 65 ya existía y sólo le han cambiado de nombre, lo mismo que Beca 18 y el rimbombante Seguro Oncológico que sólo el nombre les pertenece -el retractarse al decir que era para todos los peruanos también les pertenece- .

Es necesario que el ministro Roncagliolo sea interpelado para explicar estas interrogantes, a pesar de su diligencia para adelantar que viajar en el avión presidencial no le cuesta al Estado. Pero volvemos al inicio. El conflicto no es saber si cuesta o no el viaje. El problema es si debe o no viajar como funcionaria pública. Si es asi entonces le hacemos caso al patriarca de los Humala cuando dice que el delito de su hijo Alexis es apenas un pecadillo.

Tenemos la mala costumbre del sensasionalismo austero. Se quiere meter preso a Alexis Humala y no a los funcionarios del OCSE que autorizaron las contrataciones de Krasny con el Estado. Crucifican al alcalde de Supe antes de señalar a los funcionarios del MIDIS que no filtraron a los beneficiaros que, aunque no lo merecen, con justicia están en su derecho de creerse pobres. No se ha olvidado que es el presidente Humala quien debe responder por el viaje de su hermano Alexis a Rusia, porque de acuerdo a su padre, él fue quien lo envío.

lunes, 13 de agosto de 2012

Noticias que llaman la atención

El escándalo por los desafortunados comentarios en un canal de televisión chileno donde satirizaba la actuación del joven bora Aroldo Miveco, resultó una innecesaria cobertura que bien hubiera durado una par de días y en el más completo anonimato de fama.

El reality chileno “Amazonas” era eso; un reality. Un programa basado en el escándalo no con actores sino con personas reales, pero nuestros hermanos bora –o al menos un grupo de ellos- sí son actores y eso no está mal. Por lo tanto todo lo que ocurría se basaba entre lo ficticio, la exageración y el morbo.

Los boras cobraban 20 mil soles semanales por su actuación, lo cual tampoco estaba mal. El problema es cuando a veces la sensiblería y el patrioterismo se juntan para el escándalo que al final resulta un pírrico reclamo.

Por otro lado el caso del periodista Ricardo Vásquez, descuartizador de Ernesto Arméstar, demuestra el grado de inestabilidad en la salud mental que se encuentra cierta parte de la población. Más allá de una venganza homosexual y la frialdad de un asesino lo que llama la atención detrás del caso es la constante incapacidad de sorprendernos con cada nuevo hecho de violencia.

Carecemos -por enésima vez- de una política de salud pública y de seguridad ciudadana. Lo más indignante fue la declaración del abogado Felipe Ramos, defensa de Vásquez, quien dijo que la víctima había fallecido de un ataque cardíaco y como su cliente había descuartizado un cadáver entonces no había delito. Lamentable.

Mí último comentario se refiere a una noticia a la que se debe dar más atención es que OSIPTEL ratificó la multa de 365 mil soles a la empresa Telefónica del Perú por ofrecer la promoción “Línea Premium de Tarifa Plana Nacional con una tarifa reducida de S/.89 a S/.69 soles sólo para los tres primeros meses. La promoción para telefonía fija no tenía autorización y aún así se ofreció alrededor de 9 meses desde el 2009 al 2010.  

De la misma forma este último jueves a la subsidiara de la empresa española “Telefónica Móviles” también se le ratificó la sanción de S/.186.150 porque mintió al decir que 7 mil 495 personas fueron afectadas con tarifas más caras en el “Plan Control Joven” del 2008.  

En realidad los usuarios engañados eran más. No es tan increíble que dos multas puedan durar de 2 a 4 años para ser ratificadas o hacerse efectivas. Es sorprendente la burocracia judicial.



CDH/EQM

jueves, 2 de agosto de 2012

Se fue Pedrito Otiniano

Ahora que acaba de fallecer Pedrito Otiniano me vienen a la memoria todas las canciones que escuché de él desde muy joven. Son canciones tristes. La gente decía que esa era música de borrachos. Siempre me pareció extraño eso. Que nadie entendiera que en el fondo de un bar, más que un ebrio siempre hay un ser humano enfermo de afecto, carente de amor, accidentado en los sentimientos.

A todos nos pasa. Por bondad o malicia siempre se cae en el rodar de ese dado roído del que hablaba Vallejo, para bien o para mal, con una primera vez. Fracasos amorosos, soledades que matan; no siempre uno se salva. A veces la debilidad humana se refugia como puede en su ignorancia y su tormento. Nadie es tan valiente para vencerla ni tan débil para acabar sumido en la nada. Simplemente ocurre.

…Esta noche yo quisiera que el mundo acabase y que al infierno el señor me mandase, para conmigo pagar lo que pequé. Yo hice sufrir a quien tanto me amo. Fue su amor por mi culpa infeliz, esta noche quisiera morir. Perdón... cuántas veces tú me perdonaste, cuánto llanto por mi derramaste y cuanto amor que yo no merecí. Es la noche de mi agonía es la noche de mi tristeza por eso quiero morir…

Me viene a la memoria la miseria sentimental de una traición que acabó por arrastrar al viejo Misael al abandono. Vivía en la misma cuadra. Allí también escuche algunos boleros que en ese tiempo no entendía. Todos sabíamos que su esposa, una blancona criolla de la placita Buenos Aires lo había abandonado. Se había llevado a sus dos hijos al Japón siguiendo a un comerciante de relojes. Desde eso don Misael se convirtió en un paria. Una tarde ya no salió al postigo oscuro de su modesta carpintería en los Barrios Altos para vender su aserrín. El aroma entre podrido y dulzón lo había delatado. 

Estaba colgado del altillo de madera que él mismo había construido para sus hijos.  Debajo de él había un radiograbadora, varios casets de boleros despedigados y una botella de vidrio "Lulú" muy antigua con un líquido amarillento a la mitad. Cuánto habría sufrido sólo ese hombre.

…No, no me dejes sólo. Mira que me muero si no estoy contigo. No. No me desampares hoy que necesito mucho más de ti. Ven que yo te prometo no mirar tus ojos ni besar tu boca. Tú le darás consuelo a este amor tan ciego como lo es mi amor…

Es una pena la partida de Pedrito Otiniano. A esta generación sólo lo toca ver desaparecer a los íconos y géneros del arte que alguna vez deslumbraron. “El ruiseñor del amor” quien alguna vez dijo que le sacaría la mugre a Javier Solís en un duelo musical y que se salvó porque falleció, se llevó su voz y toda una época. Se fue el maestro.

…Ay cariño, ay cariño, si vieras como estoy desesperado por tu ausencia. Si es cierto como dicen que el pecado tiene un precio, que caro estoy pagando por quererte, ay cariño….

Pedrito Otiniano también fue escritor. Su libro “Yo, Pedrito Otiniano; mi vida hecha canción”, de 1987 cuenta su trayectoria y anécdotas del folclor nacional. Antes de bolerista era un criollo defensor de los valses, pero el destino lo llevó por otro camino. Leía historia argentina. En Barrios Altos decían que Otiniano era un caballero. Cantaba sin que se lo pidieran, contaba chistes y era solidario a pesar de su bohemia. “No me considero un Vargas Llosa ni un García Márquez, pero todo lo he hecho en base de esfuerzo, cariño, humildad en estos treinta a años de vida artística”.

…A llorar a amorcito, a llorar, ya me voy, a llorar a cariñito, y yo me voy con tu amor. Kio, kio, kio, kio lejos lejos ya me voy ...



CDH/EQM