martes, 7 de julio de 2015

Sobre el matrimonio homosexual

No hace mucho Estados Unidos aprobó el matrimonio homosexual en todos sus Estados. Los colectivos a favor que empujaban la medida son quienes más han celebrado y Colombia está cerca de seguirle los pasos. Allí los homosexuales formalizan su relación en notarías gracias a una sentencia de su Tribunal Constitucional, pero que aún carece de una ley de parte de su Congreso. En la actualidad el matrimonio homosexual es legal en veinte países. Alguien me pregunta si estoy de acuerdo. Pues no. No se puede estar de acuerdo con un sinsentido. El matrimonio tiene la función natural de continuar la vida, por eso etimológicamente tiene la función de madre. Dos hombres o dos mujeres no pueden reemplazar eso. En Colombia lo que busca el movimiento homosexual es la adopción automática. ¿Y acaso no se han preguntado de dónde vienen los niños que pretenden adoptar y que adoptan los hombres y mujeres que creen haber ganado con esa mal llamada igualdad de género? Esos niños vienen de una pareja hombre-mujer. En vez de mejorar las relaciones de una familia, lo que se hace con la adopción de parte de parejas homosexuales es perpetuar la ausencia y la crisis en las parejas que sí pueden procrear. Es una locura; basar mi felicidad en la infelicidad de otros. Domenico Dolce y Stefano Gabbana, la pareja homosexual más famosa de Italia, está en contra de las adopciones gay, “en contra de los hijos de la química y los úteros de alquiler porque los hijos deben tener un padre y una madre”. Muchos podrían estar siendo engañados con eso del orgullo gay, hay que tener cuidado con la manipulación, los que quieran vivir así podrán elegir -si es que así se puede llamar la decisión-, pero establecer una forma de vida y una legislación que involucre a todos y especialmente a los niños no tiene sentido. Hay quienes con parafilias diferentes un buen día decidirán una relación zoofílica y saldrán a las calles y establecerán una campaña mundial para el matrimonio con animales. ¿Deberemos aplaudir y aceptar que se trata de la política de “familias diferentes” como ya se oye en Estados Unidos? Y no se trata de rechazar a quienes son homosexuales, por el contrario. No se trata de religión ni homofobia, ni de minorías o mayorías, pero los derechos de uno acaban donde empiezan los derechos del otro. Un hombre y una mujer no pueden crear situaciones amoriles en la puerta de una iglesia o un colegio, tampoco dos hombres o dos mujeres. Se trata de eso. Dos personas del mismo sexo se pueden amar pero al ser del mismo sexo ninguno no puede procrear por lo tanto no puede formarse en matrimonio. No es ningún secreto pero quienes están mejor informados lo saben e insisten en que la ley que asista sus derechos tenga el rótulo del matrimonio. No es gratuito. ¿Todos los que están a favor del llamado matrimonio homosexual saben lo que es el vigente plan de orden mundial? ¿Saben por qué existen los tratados comerciales? ¿El porqué de la renuncia del papa Benedicto XVI? ¿En algún momento se han preguntado si a alguien le conviene que se destruya la institución familiar en todo el mundo, y por qué hasta el papa Francisco ya habla del famoso lobby gay? No es por gusto que existe una absoluta erotización del ser humano, empezando por los niños hasta los adultos, ni tampoco que se busque instalar en la mente esa llamada ideología de género. Habría que preguntarse más de una vez si a alguien le conviene todo esto.

CDH/EQM

martes, 26 de mayo de 2015

Belaúnde Lossio: el negocio de una fuga anunciada

Está claro que a la pareja presidencial -y más a la señora Heredia- le convenía el silencio del señor Belaúnde Lossio. Es la única explicación. En realidad el gobierno nunca tuvo interés de traer al Perú a exasesor de Humala. Prefirieron la extradición antes de la expulsión en medio de un proceso tirado a la desidia.

Bolivia lo acaba de desmentir: el Perú nunca pidió el cambio de prisión de Martín Belaúnde. Por eso, y a sabiendas de que se debía mantener a distancia al investigado, el gobierno se deshizo de la procuradora Yeni Vilcatoma a quien el tiempo le está dando la razón. Pusieron al señor Joel Segura para darle tiempo a Belaúnde como una señal, un aviso que aún hay tiempo. Hay una complicidad orquestada que sólo el propio gobierno nacionalista no quiere ver.

La presencia de Belaúnde Lossio en Lima era necesaria para conocer de dónde salieron los más de 200 mil dólares que recibió Nadine Heredia en cuentas del Banco de Crédito. A última hora alguien quiere distraer la atención del país con una granada de guerra en la calle Tarata de Miraflores, reviviendo la nostalgia del terrorismo. Cortina de humo oficial.

El negocio es así. A la señora Heredia le pagaban 4 mil dólares mensuales de parte de “The Daily Journal”, un diario que ya no existe. Hay dinero turbio que Heredia Alarcón debe explicar y sustentar, además de una sospechosa compra de una vivienda por parte de la madre de Nadine -por un valor de más de 600 mil dólares-.  

Informes de la Unidad de Inteligencia Financiera revelan claramente que  “Heredia recibió US$215.000 de origen desconocido en su cuenta en dólares entre el 2006 y el 2009. De esta cifra, US$168.400 -más de la mitad del total- fue depositado en efectivo por personas de su entorno; su madre Antonia Alarcón le abonó US$21.750; su hermano Ilan Heredia, US$67.200; María Esther Zúñiga Loayza (pariente de la esposa de este último), US$31.300; Lino Bejarano Miranda depositó US$44.150; y Victoria Morales Erroch, US$4 mil”.

Recordemos la denuncia en su momento del dirigente minero Víctor Chanduví: entregaron 17 kilos de oro además de dinero para financiar la campaña de Humala en el 2011. Y de todo esto el señor Belaúnde Lossio tiene mucho que explicar, aparte de los otros cuestionamientos ligados a los casos Antalsis y Centralita que pesan sobre él.

Está claro que en la fuga de Martín Belaúnde Lossio el gobierno no actuó con la responsabilidad debida. Esto compromete al presidente Humala y a su esposa, quien en sus ínfulas de poder terminó por contaminar una gestión presidencial que no le correspondía. Humala ha permitido esto y tendrá que explicarlo en su momento.

Bolivia ha tenido que separar a su ministro Moldiz. Hay crisis en ese país. Aquí en Lima nadie parece responsable de nada. Todos los secretos oscuros de la pareja presidencial están en la boca del señor Belaúnde Lossio. Es un negocio guardar secretos.

Lo que se viene. Nadie sabe. Por ahí comentan que en la desesperación alguien sugiere un autogolpe de estado para victimizar a la pareja presidencial.  Lo cierto es que la crisis se agudiza cada vez más.


CDH/EQM