domingo, 25 de julio de 2010

Carta abierta al presidente Alan García (II)

OPINIÓN DE INTERÉS NACIONAL

Seños Presidente

Usted dice ser abogado, pero desconoce principios básicos del derecho constitucional como la igualdad ante la ley y la prohibición de discriminación. Por eso, es necesario recordarle que el artículo 56º de la ley 28359 de Situación Militar vigente, establece que: “El Oficial que pase a la Situación de Retiro tiene derecho a la pensión, compensaciones, indemnizaciones y beneficios, según corresponda, que establezca la legislación sobre la materia.

Los referidos derechos tienen carácter vitalicio. Únicamente pueden ser suspendidos o retirados por resolución judicial”. Pero además debo indicarle que el artículo 2º de la misma ley indica que: “Los Oficiales de las Fuerzas Armadas, tienen iguales derechos y obligaciones. Ninguna disposición en aplicación de la Ley de Situación Militar podrá, generar acto de discriminación alguna, en especial por razones de sexo, en el acceso a la carrera militar, asignación de empleo, ascenso y pase al retiro”.

Por lo tanto, usted no está cumpliendo con el mandato constitucional que establece en el numeral 1 del artículo 118º de cumplir y hacer cumplir la Constitución y los tratados, leyes y demás disposiciones legales.

Señor García, usted está terminando su segunda y última administración y está dejando a las Fuerzas Armadas degradadas al máximo y en situación de indefensión, pero lo que es peor, está dejando a sus miembros con la moral disminuida por su maltrato, desprecio y prepotencia. Esto que afirmo es verdad a pesar que usted pueda ordenar a los altos mandos que salgan a decir que están con la moral al tope. Esa es una frase trillada que deberán repetir a pesar de saber que no es así. ¿Qué les queda? De no hacerlo, en una demostración más de su prepotencia usted los pasaría inmediatamente al retiro. Pero su falsa defensa de los intereses de la nación no sólo lo es por lo indicado en párrafos anteriores. Lo invito a que veamos situaciones más recientes:

1. El tristemente célebre caso de los petro-audios ha desnudado no sólo las oscuras negociaciones del aprista Rómulo León y su cómplice Alberto Quimper, para la asignación negociada de lotes petroleros, sino que, gracias al periodismo, ha salido a la luz pública intrigantes reuniones y consultas de la petrolera Discover Petroleum con el ex premier Del Castillo y a su dilecto amigo el ex ministro de Vivienda y Construcción Garrido Lecca para asignar la construcción de hospitales y otras obras. ¿Y todo esto no lo sabía? Nosotros no lo creemos.

2. También se ha sabido de un nuevo audio que compromete a su delfín Del Castillo hablando para facilitar la asignación de otro lote petrolero al aprista Vera Gutiérrez, titular de la Petrolera Monterrico. Según las crónicas periodísticas en estos “negocios” habría corrido bastante dinero bajo la mesa. Pregunta: ¿No sabía nada presidente? Lo que si le diré es que el dinero que se habría manejado en este negociado sería en todo caso, dinero de todos los peruanos.

3. Y en estos últimos días se ha destapado la corrupción existente en COFOPRI (bajo la administración de su nuevo delfín Omar Quezada), para vender al precio irrisorio de S/. 5,000 nuevos soles un terreno de 300 mil metros a un ex diputado aprista Oswaldo Chauca, el mismo que según IDL Reporteros tenía planeado venderlo a ciertos inversionistas a 40 dólares el metro cuadrado, o sea haciendo un total de 12 millones de dólares. ¡¡Que tal negociado!! ¿Y usted no sabía nada señor García? Ese monto de 12 millones de soles si que es dinero de todos los peruanos.

¿Sabe qué presidente? Al pueblo peruano le es difícil creer que estas cosas se hagan sin su conocimiento. Es lo mismo que se dice que pasó con Agustín Mantilla a quién sus partidarios ven como un héroe que sacrificó su libertad para evitar afectar a su partido y a su más alta dirección. En este caso usted también decía que no sabía nada. Pero nada de eso se le cree ya.

Justamente, en los audios entre Alberto Quimper y Daniel Saba (Perú Petro) dados a conocer recientemente por la prensa, el conocido Don Bieto nos ha hecho saber que, como él no le cobró nada a usted por defenderlo (presuntamente en los procesos por corrupción de su primer gobierno), usted lo compensó económicamente “metiéndolo” de abogado de Vera Gutiérrez. Esta afirmación de Alberto Quimper hace pensar a la opinión pública nacional de la forma cómo usted habría participado en estos escándalos. ¿Y usted dice que no sabía nada?

Todos estos destapes nos hacen recordar la célebre serie televisiva “Misión Imposible” en donde al terminar de correr la grabación donde se asignaba la misión, se escuchaba decir que en caso de ser descubiertos o apresados los encargados de llevar a cabo la misma, tendrían que afrontar solos las consecuencias ya que, quien disponía la misión diría que no sabe nada. ¿No le resulta anecdótico señor presidente?

Ayer en el colmo del cinismo ha salido usted a los medios a exigir “firmeza contra los hipócritas de la corrupción que pregonan y predican ser puros, aquellos que dicen servir al pueblo, sin embargo se llenan los bolsillos a costa de él”. ¡Eso ha dicho! Estas palabras las escuché en una conocida radioemisora y pensé que ya estaban pasando el programa que conduce don Guillermo Rossini, pero no era así. Se trataba de una transmisión en directo desde una universidad. Yo le pregunto: ¿Se refería usted a los miembros de su partido que están -al parecer- involucrados en tales escándalos? ¿Se refería usted a los dos secretarios generales del APRA tan vapuleados últimamente? No lo sé. Pero creo que no debe tener sangre en la cara para manifestarse de esa manera.

Finalmente, después de todo esto que hemos revisado le pregunto presidente: ¿Esa es la forma como dice usted cuidar el erario nacional? ¡Por favor! No le creemos ni una palabra. Mucha gente que votó por usted creyó ver un nuevo Alan García. Pero fijémonos bien… ¿nuevo? El término más correcto podría ser simplemente el de “reciclado”. Es decir la esencia de descomposición de aquel que conocimos de 1985 a 1990 persiste aún en este “nuevo” Alan, en realidad reciclado.

Para concluir, llamo a ésta la última carta pues, a pesar que seguramente la leerá, sabemos que no va a hacer nada por solucionar los problemas planteados. Pero eso sí le digo, cuando su gobierno termine y pueda juzgársele con la ley en la mano y con los otros poderes con personas independientes y probas, no habrá un Bogotá y no habrá un París que pueda guarecerlo.

Carlos Ordóñez Velázquez
Mayor General FAP

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