martes, 26 de mayo de 2015

Belaúnde Lossio: el negocio de una fuga anunciada

Está claro que a la pareja presidencial -y más a la señora Heredia- le convenía el silencio del señor Belaúnde Lossio. Es la única explicación. En realidad el gobierno nunca tuvo interés de traer al Perú a exasesor de Humala. Prefirieron la extradición antes de la expulsión en medio de un proceso tirado a la desidia.

Bolivia lo acaba de desmentir: el Perú nunca pidió el cambio de prisión de Martín Belaúnde. Por eso, y a sabiendas de que se debía mantener a distancia al investigado, el gobierno se deshizo de la procuradora Yeni Vilcatoma a quien el tiempo le está dando la razón. Pusieron al señor Joel Segura para darle tiempo a Belaúnde como una señal, un aviso que aún hay tiempo. Hay una complicidad orquestada que sólo el propio gobierno nacionalista no quiere ver.

La presencia de Belaúnde Lossio en Lima era necesaria para conocer de dónde salieron los más de 200 mil dólares que recibió Nadine Heredia en cuentas del Banco de Crédito. A última hora alguien quiere distraer la atención del país con una granada de guerra en la calle Tarata de Miraflores, reviviendo la nostalgia del terrorismo. Cortina de humo oficial.

El negocio es así. A la señora Heredia le pagaban 4 mil dólares mensuales de parte de “The Daily Journal”, un diario que ya no existe. Hay dinero turbio que Heredia Alarcón debe explicar y sustentar, además de una sospechosa compra de una vivienda por parte de la madre de Nadine -por un valor de más de 600 mil dólares-.  

Informes de la Unidad de Inteligencia Financiera revelan claramente que  “Heredia recibió US$215.000 de origen desconocido en su cuenta en dólares entre el 2006 y el 2009. De esta cifra, US$168.400 -más de la mitad del total- fue depositado en efectivo por personas de su entorno; su madre Antonia Alarcón le abonó US$21.750; su hermano Ilan Heredia, US$67.200; María Esther Zúñiga Loayza (pariente de la esposa de este último), US$31.300; Lino Bejarano Miranda depositó US$44.150; y Victoria Morales Erroch, US$4 mil”.

Recordemos la denuncia en su momento del dirigente minero Víctor Chanduví: entregaron 17 kilos de oro además de dinero para financiar la campaña de Humala en el 2011. Y de todo esto el señor Belaúnde Lossio tiene mucho que explicar, aparte de los otros cuestionamientos ligados a los casos Antalsis y Centralita que pesan sobre él.

Está claro que en la fuga de Martín Belaúnde Lossio el gobierno no actuó con la responsabilidad debida. Esto compromete al presidente Humala y a su esposa, quien en sus ínfulas de poder terminó por contaminar una gestión presidencial que no le correspondía. Humala ha permitido esto y tendrá que explicarlo en su momento.

Bolivia ha tenido que separar a su ministro Moldiz. Hay crisis en ese país. Aquí en Lima nadie parece responsable de nada. Todos los secretos oscuros de la pareja presidencial están en la boca del señor Belaúnde Lossio. Es un negocio guardar secretos.

Lo que se viene. Nadie sabe. Por ahí comentan que en la desesperación alguien sugiere un autogolpe de estado para victimizar a la pareja presidencial.  Lo cierto es que la crisis se agudiza cada vez más.


CDH/EQM