sábado, 28 de noviembre de 2009

Telarañas de Alas Peruanas

Los vínculos que la Universidad Alas Peruanas mantiene con medio país en base a convenios -y con...venias de sus amigotes- no tienen límites.

No les bastó con el poder judicial ni el congreso, sino que ahora resulta que hasta el mismo Palacio de Gobierno se favorecía a través de Luis Nava, secretario personal del Presidente Alan García, con estas ayuditas educativas.

Lo mismo pasa con la Municipalidad de Lima, de quien el alcalde Castañeda Lossio es alumno de arquitectura.

Pero aquí hay un asunto muy curioso. ¿Es ilícito que el alcalde estudie en una Universidad cuestionada y con un centenar de juicios?, pregunto.

-Creo que no, pero ¿...y a mí qué me importa?

Yo sé que no le importa porque ya está harto de tanta mala noticia pero esa es nuestra chamba así que igualito le cuento.

Debe ser por estas telarañas de buenas amistades que la Municipalidad de Lima le metió punche a una ordenanza municipal para que en el año 2004, Alas Peruanas alzara vuelo con una facultad de enfermería en Surco, a pesar de que su alcalde Carlos Dargent se agarró de los postes para que la zonificación que cocinaban en Lima no salga en medio de una zona residencial de su jurisdicción.

Y, oh... casualidad.

Por esos días Castañeda se quedó dormido en la combi y se pasó de largo hasta Europa, así que la ordenanza Nº 635 que tanto necesitaba Alas Peruanas, la firmó el teniente alcalde Marco Parra, y fue aprobada en menos de lo que mata una combi en la avenida Arequipa. Y justo después Castañeda se matriculó como alumno de Arquitectura en esta universidad. Nunca va pero manda sus trabajitos por internet o los profes lo visitan en su despacho, tal como jura, rejura y recontrajura el Director de la Escuela de Arquitectura de Alas Peruanas, José Arce Pomahualy, que también es regidor de Lima.

Y uno se pregunta por qué no investigan este tema de Castañeda Lossio en todos los programas dominicales en vez de que todos los periodistas estén buscando pishtacos en la selva?

¿Y todos los estudiantes de último año de comunicación o futuros periodistas y abogados de esa universidad ya habrán aprendido la patética metáfora de Raúl Tola al Director Ramírez Prado sobre Deontología Forense?

Seguro ya se dieron cuenta, pero lo cierto es que una universidad cuestionada y con montones de juicios arrastrando en la cola no debería coquetear con el poder judicial que es quien tiene que juzgarlo; ni con la municipalidad para obtener ordenanzas así les caiga del cielo por buena gente; ni con Palacio de Gobierno porque sino yo también junto mis 500 dólares, hablo con unos cuantos amigos y abro mi universidad en San Juan de Lurigancho ofreciéndole un curso de gestión municipal a su alcalde.

¿Me darán permiso?



CDH/EQM

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