La
noticia es así: a Francis Allison los gringos lo chaparon del cuello y lo
metieron preso por sospecha de lavado de dinero.
-Pero
cómo fue la cosa; cuente.
Bueno.
En el aeropuerto de Miami justo antes de subirse al avión, Allison declaró que
tenía sólo 10 mil dólares. Y mentirosazo porque lo chequearon y tenía 20 mil
dólares más sin reportar. Le aguaitaron el bolso a su esposa y encontraron
otros 20 mil. Y la plata seguía saliendo. Lo calatearon y había más en el saco.
El
ex ministro tenía plata por todos lados.
Entonces
los gringos que son más verdes -porque no son más gringos- en el tema de lavado
de dinero, le embargaron desde los pasaportes hasta las medias -donde siguen
buscando más plata-, y lo metieron preso a él y su mujer.
Así
amaneció de canario desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana del día
siguiente del jueves 5 de noviembre, y la está viendo más negra que en eclipse
africano porque insiste que los billetes aparecieron en su bolsillo como por
arte de magia.
Y
eso de que no sabía que tenía que reportar hasta el último sencillo pasado los
10 mil dólares, es un cuentazo para los americanos que le pueden dar hasta cinco
años de cárcel.
Mientras
tanto, al ex alcalde de Magdalena, ex ministro de vivienda, ex engreído de
Alan, y ex futuro candidato a la alcaldía en los planes ultra secretos del
Apra, Francis Allison, su libertad condicional le ha costado 100 mil dólares
-esta vez legales y contaditos uno por uno- con un grillete en el
tobillo de cortesía por si piensa irse a un cajero de Tailandia, dijeron los
gringos.
Pero
las sospechas de medio país están en qué negocios puede tener Allison en Miami
para que le paguen billete por billete. Y Alan que le tiene tanto cariño desde
que que se enteró -o hizo que se enteró- que era asesor de una empresa de
chuponeadores, ya le bajó el dedo metiendo candela al suponer que el dinero
podría ser de otros negocitos turbios.
Lo
cierto es que Francis Allison Oyague está quemadazo para la política.
Desde
que se ofreció -lamiéndole públicamente los zapatos al presidente Alan-
para organizarle una portátil de respaldo, y en menos de 24 horas, se convirtió
en una vergüenza pública, y de taquito, Alan lo ha convertido en el payasito
malo que nos tiene que distraer unos días en los noticiarios.
Qué
hombre para tan servil, caramba.
Alguien
que se cree bacancito, que maneja borracho y agarra a puñetazos a un policía
asumiendo que él es el alcalde y que le puede sacar la mugre a cualquierita, es
alguien que es capaz de cualquier bajeza.
Qué
se puede esperar si fue un tránsfuga. Se fue en el 2005 del PPC y se mandó con
todo en Solidaridad Nacional, donde la mayoria de alcaldes de ese partido nunca
dan explicaciones de nada y creen que las municipalidades son sus chacras.
Por
eso, para no parecerme a Allison, no cargo efectivo.
No
me fastidien.
CDH/EQM
CDH/EQM
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