jueves, 26 de noviembre de 2009

Político quemado

La noticia es así: a Francis Allison los gringos lo chaparon del cuello y lo metieron preso por sospecha de lavado de dinero.

-Pero cómo fue la cosa; cuente.

Bueno. En el aeropuerto de Miami justo antes de subirse al avión, Allison declaró que tenía sólo 10 mil dólares. Y mentirosazo porque lo chequearon y tenía 20 mil dólares más sin reportar. Le aguaitaron el bolso a su esposa y encontraron otros 20 mil. Y la plata seguía saliendo. Lo calatearon y había más en el saco.

El ex ministro tenía plata por todos lados.

Entonces los gringos que son más verdes -porque no son más gringos- en el tema de lavado de dinero, le embargaron desde los pasaportes hasta las medias -donde siguen buscando más plata-, y lo metieron preso a él y su mujer.

Así amaneció de canario desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana del día siguiente del jueves 5 de noviembre, y la está viendo más negra que en eclipse africano porque insiste que los billetes aparecieron en su bolsillo como por arte de magia.

Y eso de que no sabía que tenía que reportar hasta el último sencillo pasado los 10 mil dólares, es un cuentazo para los americanos que le pueden dar hasta cinco años de cárcel.

Mientras tanto, al ex alcalde de Magdalena, ex ministro de vivienda, ex engreído de Alan, y ex futuro candidato a la alcaldía en los planes ultra secretos del Apra, Francis Allison, su libertad condicional le ha costado 100 mil dólares -esta vez legales y contaditos uno por uno- con un grillete en el tobillo de cortesía por si piensa irse a un cajero de Tailandia, dijeron los gringos.

Pero las sospechas de medio país están en qué negocios puede tener Allison en Miami para que le paguen billete por billete. Y Alan que le tiene tanto cariño desde que que se enteró -o hizo que se enteró- que era asesor de una empresa de chuponeadores, ya le bajó el dedo metiendo candela al suponer que el dinero podría ser de otros negocitos turbios.

Lo cierto es que Francis Allison Oyague está quemadazo para la política.

Desde que se ofreció -lamiéndole públicamente los zapatos al presidente Alan- para organizarle una portátil de respaldo, y en menos de 24 horas, se convirtió en una vergüenza pública, y de taquito, Alan lo ha convertido en el payasito malo que nos tiene que distraer unos días en los noticiarios.

Qué hombre para tan servil, caramba.

Alguien que se cree bacancito, que maneja borracho y agarra a puñetazos a un policía asumiendo que él es el alcalde y que le puede sacar la mugre a cualquierita, es alguien que es capaz de cualquier bajeza.

Qué se puede esperar si fue un tránsfuga. Se fue en el 2005 del PPC y se mandó con todo en Solidaridad Nacional, donde la mayoria de alcaldes de ese partido nunca dan explicaciones de nada y creen que las municipalidades son sus chacras.

Por eso, para no parecerme a Allison, no cargo efectivo.

No me fastidien.


CDH/EQM

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