lunes, 23 de noviembre de 2009

Sobre los espías


El caso del espía Víctor Ariza Mendoza nos ha indignado a nivel nacional.

Sí. Y Seguramente estamos esperando que lo fusilen por soplón o vende patria como dicen algunos.

Pero -digo yo- ¿nos hemos puesto a pensar en lo frágil que es nuestra seguridad nacional? ¿Dónde está nuestro servicio de inteligencia? Porque valgan verdades, si no fuera por la amante despechada de Ariza, nuestra Fuerza Armada seguiría jugando a la gallinita ciega entre aviones que quién sabe si están destartalados.

Pero ojalá no piense que soy un antipatriota.

Para nada.

Aunque siento que el escándalo estuvo bien de parte de Alan García dándole su respectivo "estatequieto" a la Bachelet con ese verbo florido que nadie le gana -e nsinuandoles a los chilenos el nivel de republiqueta-, y de paso dejandole su chiquita a todos los sureños que ni idea tenían del caso.

Además creo que hay cosas que debemos ponernos a pensar, porque cuando todos dicen que sí es bueno decir no de vez en cuando.

Primero. No me sorprende mucho esta noticia. Si existen políticos peruanos que traicionan sus promesas, cómo no va existir algún inescrupuloso que venda información clasificada de nuestro sufrido país, y que está guardadita en el escritorio de una laptop con una flechita intermitente que seguramente rotula: “Top secret. Información ultra secreta que le interesa a Chile. No abra este archivo, please”.

Segundo. Estoy de acuerdo con que nuestra información debe ser reservada y no aguaitada por nadie, pero si la tenemos al alcance de un adjunto de agregaduría, por qué entonces no la pueden espiar; entonces que la miren todos ¿sí o no?

Tercero. ¿Estamos preparados para una guerra? ¿De verdad es que los chilenos piensan invadirnos? No sé. Pero todos sabemos que en estos tiempos las guerras ya no son como las que se despachaba Bolognesi o el mismo Cáceres. En este siglo los conflictos son tecnológicos. Las ganan quienes aprietan primero el botón a 500 kilómetros de distancia. Lo que significa que, en vez de mendigar el desarme en la región debemos pensar un poco más en nuestra seguridad nacional.

Cuarto. Qué increible que gracias a la traición de Ariza, por primera vez todos los líderes de la fauna política -¿dijo política o politiquería?- se unieron para respaldar al presidente Alan y su verbo florido. Lo que significaría que... a más traiciones ¿mejor se llevarían los políticos?

La única guerra que Chile nos puede ganar -si es que ya nos la está ganando y no nos hemos dado cuenta- es la del acaparamiento económico.

Qué podemos decir nosotros y escandalizarnos como unas Magdalenas cuando hace una semana atrás se descubrió a otro espía Carlos Romero Pico, suboficial de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, al que se le acusa de venderle información clasificada a los peruanos.

Y eso que Romero Pico está con más roche porque desde el 1988 hasta el 2005 nos resbalaba todos los secretitos de la milicia ecuatoriana llevándose solito más de 150 mil dólares, incluyendo dos manos de plátanos.

Otro roche para Fujimori quien debe saber algo de este asuntito junto a su socio Montesinos.

Lo terrible de esto es que ya salieron voces a decir que gracias a Ariza Mendoza, Chile es cada vez nuestro mayor enemigo, que debemos romper negociaciones con ese país, que los chilenos nos tienen cólera, o que se debe expulsar a todas las empresas chilenas que nos invaden más rápido que el cáncer.

Pienso que eso es una barbaridad.

Los líos militares entre militares, entre cancillería y gobernantes. Qué tiene que ver el pueblo chileno, o los peruanos que viven en Chile y que además hacen empresa en ese país.

Qué fácil es subirse a la combi de la demagogia electoral que ya se acerca.



CDH/EQM

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