El amigo elegido ja ja

Se acaba el año y en los noticiarios no dejo de ver que por enésima vez otro bus de la empresa Soyus acaba de chocar dejando siete muertos en Ica.

Días antes, el mismo 24 de diciembre otros dos de distintas empresas repitieron la misma tragedia. Ante esto al gobierno sólo se le pudo ocurrir que la solución para tanta muerte por accidente de tránsito, era crear una campaña ridiculamente llamada "El Amigo Elegido".

Uno sale de juerga con su mancha, llega a la discoteca, juega a la yan-ken-po, y si pierde, es el Amigo Elegido. No puede oler chela, y mientras todos se emborrachan usted no sabe de qué diablos hablar con sus patas borrachos. Y a eso de la 4 de la mañana, mártir del trago tiene que hacerla de chaperón, recojer a sus patas del suelo y dejarlos a cada uno en su casa.

Eso no ocurre, pues señor ministro de Transportes y Comunicaciones Enrique Cornejo -a menos que el Amigo Elegido haya llegado borracho al tono y por eso que se ofrece de buena gana, o que de todos sus asesores usted sea el único que no está ébrio.

Pero si les sirve de algo, lo que pueden hacer es contratar de Amigo Elegido a cualquier pepera que pulula en las discotecas. Ellas sí que no toman -ni siquiera precauciones- mientras uno le dá con todo a la jarra. Lo recogen a uno con cariño después de la juerga y lo dejan bien cocidito sobre su cama; claro sin un riñon seguramente, pero es que nada es gratis señor ministro y hay que invertir.

Y digo yo. ¿Alguien en su sano juicio puede creer que el Amigo Elegido resolverá siquiera en parte los accidentes de tránsito?

No pues, este país no es el de la familia Ingalls. Y ya estamos creciditos para que nos vengan con eso de que la luna es de queso y que el sol de mantequilla. Los accidentes por consumo de alcohol son sólo una parte del problema, pero el grueso de las muertes no se resuelve con un ridículo amigo elegido.

De acuerdo al Centro de Investigación de Transporte Terrestre, superamos los 30 muertos en accidentes de tránsito por cada 10.000 vehículos, lo que quiere decir que, en América Latina para morirnos sí que somos campeones.

Según recientes estadísticas, de los 137 accidentes registrados a la fecha, un 32% tuvo como principales responsable a cuanto despitado imprudente se metía en la pista, seguido del exceso de velocidad del vehículo (24%) y el estado de ebriedad del conductor (6.5%) -alerta ministro Cornejo-.

Semamas atrás, un informe del Diario El Comercio reveló que la nueva Ley de Tránsito no redujo los accidentes en nada.

3,091 conductores registraron más de 30 puntos en faltas, pero sólo a 42 se les quitó la licencia, ¿y el resto qué?, conducen a pesar de ser un peligro público para la sociedad. Se crea la Ley de Tránsito pero no crean los Juzgados para que las sanciones sean eficaces. Y no se puede por que no hay plata... Y por qué no le piden a Luis Alva Castro que anda regalón con Fabiola de la Cuba.

Cuando se aprobó la reforma a la Ley Orgánica de Tránsito, el ministro Cornejo casi se emborracha de la alegría porque dijo, íbamos a reducir las estadísticas mortales. Pero la Policía de Tránsito lo que acaba de reducirle es la respiración cuando lo único que registró es un aumento de muertes durante el 2009.

Entre el 1 de enero al 30 de noviembre de este año hubo 13,643 accidentes. En el 2008 fueron 12,869. En el 2007: 12,482 y seguimos creciendo como la espuma. El número de muertes por accidentes de tránsito también aumentó en el 2009: 1,290 fríos. En el 2008 se registraron 1,218 y en 2007 hubieron 1,180.

Durante esos meses, en el 2009 fueron 10,744 heridos en accidentes, 16% más que en el 2008, que hubo 9,240, mientras que en 2007 sólo 8,408.

¿Seguimos jugando al Amigo Elegido señor Ministro?

Los choferes que se quitan los pasajeron en loca carrera, lo hacen porque si no lo hacen cobran menos al final de su semana. Quien lleva más gana más.

La informalidad dentro de las empresas de transporte interprovincial -que hacen trabajar hasta 20 horas a sus conductores y que duermen apenas un par de horas- son el caldo de cultivo de todas las muertes.

El famoso plan de Tolerancia Cero -es un cero a la izquierda-. El transporte público es la informalidad absoluta en el Perú.

Salud por eso señor ministro.