Los
festejos que el presidente Ollanta Humala y cierta clase de prensa promueve
tras el fallo de la Corte Internacional de la Haya, son puras mentiras. El Perú
no puede ganar lo que ya es suyo. Nadie gana lo que le pertenece. El Perú no esperaba
ganar nada, esperaba que se le reconozcan lo que es suyo respecto a la
delimitación marítima con Chile. De eso se trataba. Pero qué sucedió; al Perú
le quitaron 80 millas de océano y Tacna se quedó sin mar. Así de simple.
La
Corte no fue justa.
Según
su apreciación el límite de mar no parte del punto de concordia como reclamaba
el Perú, sino desde el Hito N° 1, que se encuentra más arriba de Chile, por
tanto, ahora los sureños también quieren reclamar algunas extensiones de
territorio peruano. Esto es peligroso. Además
según lo ha dejado entender la Corte de La Haya es desde el Hito 1 que recién
se extiende la Línea del paralelo con las 80 millas concedidas a Chile. De ser
así qué motivos tiene el presidente Humala para festejar.
Es
un absurdo.
No
se puede festejar una estafa como nos quieren hacer creer.
Por
qué no les preguntamos a los pescadores artesanales de Tacna cómo se sienten. Si
antes pescaban a la orilla, maltratados,
perseguidos y encarcelados por un gobierno entreguista luego del Decreto 009 de
la ministra Triveño -declarado inconstitucional por la Corte Suprema porque
beneficia a las empresas chilenas-, ahora ni siquiera podrán remojar los pies
en el mar porque de la noche a la mañana se convirtió en chileno.
Debemos
recordarle al señor Humala que la riqueza marina del Perú no está exactamente
en la zona del triángulo paralelo que “hemos ganado” sino en las primeras
millas que ahora son oficialmente de Chile. Pero ni eso.
Ese
espacio de mar del que el jefe de Estado se siente orgulloso ahora está condicionado por Chile en la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Mar (CONVEMAR) con
ese país. Claro que les conviene. Si quieren que se cumpla la sentencia de la Corte de la Haya –para que
desocupen el mar después de las 80 millas- entonces firmen la CONVEMAR.
Y
qué dice ese acuerdo; que cedemos mar a Chile para la pesca. Lo mismo que nada.
Los acuerdos internacionales como la Convención
del Mar no reconocen leyes internas ni son compatibles con la Constitución de
cada país. Esa es la nueva posición del presidente Piñera y sus ministros.
¿Seguimos
festejando señor Humala?
CDH/EQM
CDH/EQM
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