domingo, 24 de junio de 2018

Y siempre los críticos

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Que aparezcan críticos que odian lo que otros disfrutan sólo porque no son completamente felices o mejor dicho, no están de acuerdo con la felicidad de otros, no es novedad. Esto siempre ha pasado. Y más ahora con la fiebre futbolística que nos llevó hasta Rusia, a pesar de la breve y notable exhibición que tuvo la Selección. Aquí en el Perú sufrimos siempre el mismo debate. Es cierto que después de 36 años hubo un desborde sin precedentes  de emociones, y es entendible. El futbol es una ciencia de quienes la viven y si eso los hace felices pues bueno. Hay que respetar eso. No se es más creyendo que preocupándose públicamente de la situación social y política del país se es mejor ciudadano frente al hincha que disfruta sólo el fútbol y los partidos del mundial. Se es mejor persona cuando respetamos lo que otros disfrutan a pesar de estar en desacuerdo. Por qué voy a criticar a los que alientan con euforia a la selección, o a quienes no les interesan las inutilidades de una clase política. Personalmente no soy de ver fútbol. Pero hay que reconocer lo emocionante que fue ver a muchos llorar hasta las lágrimas cuando la bandera peruana aparecía enorme por televisión y cuando se cantaba el Himno Nacional antes del partido contra Dinamarca. De esto se hablará muchísimo luego. Tremendo juego. Y es cierto también que no es el único deporte, que hay otras disciplinas, que en la actualidad hay una sobrevaloración enorme para con los buenos jugadores, que hay casos de corrupción a nivel mundial en el plano deportivo, pero más allá de todo hay que reconocer que el momento actual es del fútbol nacional. Y lo que los jugadores han hecho, cada  uno, es hacer su trabajo y bien. Y esa es una gran lección. Hay que hacer cada uno su trabajo y bien. Gareca lo hizo. Convocó a los que verdaderamente querían hacer las cosas bien y se pusieron a trabajar. No es magia sino trabajo. Si el taxista que me debe llevar a mi destino hace su trabajo bien, si el funcionario, el médico o el que barre las calles, o el que atiende en la farmacia hacen su trabajo bien, entonces las cosas salen bien por el simple hecho de hacerlo. No por querer hacerse millonario. No se gana nada cuando se cree que quienes aman el fútbol son los culpables de la situación política del país. Si tan preocupados estamos por el Perú pues tomemos consciencia cada uno. Y tener conciencia también es aprender a respetarnos constantemente. Se construye mejor una sociedad cuando el cambio personal hace posible el cambio del entorno. Entonces cambia la familia, cambian los amigos que uno elige, cambia el lugar que habito. Se aprende a decidir por el camino correcto, lo que significa que el resultado de ello será diferente y por ende mejor. Hagamos el esfuerzo, dejemos las críticas. Vale la pena.

EQM-25/06/18

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