En setiembre del año pasado cuando el presidente
Ollanta Humala visitaba la Feria Expoalimentaria en la Base Aérea de Las Palmas,
en Surco, negó tajantemente que exista un cogobierno con su esposa.
Y sus palabras textuales fueron: “El que fue elegido para gobernar es el
presidente. El presidente gobierna con sus ministros en coordinación con el
primer ministro, no solo porque lo manda la Constitución, sino porque esa es la
manera de gobernar”.
¿Y qué pasó?
Ahora admite orondo que gobierna de la
mano de Nadine Heredia y que eso es un ejemplo de familia.
Por eso es que la señora Heredia se
malacostumbró a opacar a los ministros en cuanta ceremonia pública, interrumpiendo
la programación del canal del Estado, metiéndose a los hogares de todos los
peruanos y a creer que tiene ministras a su disposición.
El presidente Humala cree que a los peruanos
se les cae la baba. Cuando dice “creemos
que es mejor gobernar el país como familia que como una sola persona. Tenemos
que trabajar juntos", lo que busca es fabricarle imagen a Nadine
Heredia, darle poco a poco espacio político y hacerla presidenciable. Y eso no
es secreto. Ya se conocía esas intensiones.
El problema del Humala Tasso -para el país y
la clase política- es que se dispara a los pies. Minimiza al nuevo premier –quien
habla despacio y muy prudente pero no resuelve ni resolverá nada porque su
designación fue para contentar a la taquilla- y levanta a la esposa, lo cual es
inconstitucional porque a Nadine Heredia nadie la eligió en el gobierno, ni a
ella ni a sus hijos, y menos a una familia.
Qué responsabilidad tiene la señora dentro
del gobierno. Por el contrario si Humala admite que gobierna con su esposa
entonces está en falta. El cargo de presidente de la República no se comparte.
Dónde está el Colegio de Abogados o el Tribunal Constitucional.
Por último, qué extraño que luego de tantas
denuncias en los tres últimos gobiernos, todos atacándose con denuncias de
corrupción, de pronto Keiko Fujimori se quede callada, que ya no se hable de
Alejandro Toledo, y que el Apra prefiera que Martha Chávez continúe como coordinadora
del subgrupo de Derechos Humanos de la Comisión de Justicia del Parlamento.
Todos salen ganado al fin y al cabo, y como
se acomodan las cosas, recién empiezan a ponerse de acuerdo con la elección de
los integrantes para el Tribunal Constitucional. Tontos no somos. Cortinas de
humo; a eso huele todo.
CDH/EQM
CDH/EQM
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