sábado, 6 de julio de 2013

Cae pesada la señora Heredia

Que la señora Heredia haya negado su candidatura presidencial en el 2016 no significa que le uno le crea, y mucho menos que nos diga la verdad. Recordemos que el mes pasado su aceptación en las encuestas se cayó de 57 a 52% en sólo un mes, mientras que Humala arrastraba apenas el 39%. Las cosas se le iban de la mano y reaccionaron -tarde- como en el caso de Conga y en la torpe tentación velasquista con Repsol.

Por eso es que la decisión del gobierno -no de Humala sino de la esposa- fue salir -ella-, darle carroña a los “gallinazos” y seguir con el plan -o con el juego obnubilado de poder de la señora Nadine haciendo campaña-, continuar sus millonarios viajes -con nuestra plata-, subir en las encuestas y hacer como si nada hubiera pasado. Quién va poder decirle sus verdades ¿los periodistas a los que no les permiten acercarse a ella cuando se presenta en público? La verdad es que como dijo alguien la señora ya estaba bien pesada cada vez que aparecía en televisión llevándose el discurso de cualquier ministro.

En casi dos años el ego de la primera dama nos costó a todos los peruanos -especialmente a los más necesitados a quienes ella les lleva un discurso de barata demagogia haciéndoles sentir que les hace un favor-  más de S/.130 millones en viajes. Sólo en asesores se van más de 3 millones, los paseítos de Nadine al interior del país costaron más de millón y medio, y al extranjero pasan los 4 millones. Eso que no contamos la gasolina del avión presidencial y el costo en televisión que ocasiona la señora cuando se mete a nuestras pantallas -con esa vocecita de dirigente universitaria- para decirnos que el comandante nos manda su saludo y su mensaje de inclusión.

Qué nos importa el saludo del presidente Humala cuando la seguridad ciudadana es un caos, cuando no se les paga a los médicos ni se destina recursos al sector Salud donde la gente se muere porque no alcanza la atención. No nos importa cuando los mercados venden pescado chileno porque la ministra Triveño decidió que la pesca tenga límites para los peruanos. Menos nos debe importar cuando Humala dice “no hay presupuesto”,  y sin embargo la Contraloría redondea S/.766 millones de soles en total lo que le cuesta al Estado mantener los caprichos de la primera dama.


CDH/EQM

No hay comentarios:

Publicar un comentario