lunes, 26 de octubre de 2009

¿Por qué Cortinas de Humo?

No sé ustedes, pero todos las días, este escriba sí que se siente irritado -en la parte irritable de uno cuando se sienta- con cada noticia fofa que se pone de moda en en este sufrido país.

-A ver, examen rapidito...

Ustedes están en internet a punto de meterse al sobre, apoyan el codo en el teclado quemando pestaña listos para apagar el CPU del cerebro y de casualidad coinciden con este blog que se abre -como alguna de las damas de la cuadra 23 de la arequipa-. Miran la fotito, reconocen al personaje, se enganchan con mi rollo y en vez de reirse se mueren de cólera. Ajá... entonces, sí sienten como uno la misma repulsión que se merece la sarna, entonces estamos de acuerdo.

Y escribo esto porque, tenía todo el entusiasmo de comentarlo en el austero espacio radial que cada domingo lo oían apenas unos amigos míos y mi familia, aquí en San Juan de Lurigancho -...eso si es que tenían suerte de encontrar el dial-, pero con tal de colaborar en el desasnar de la sociedad no importaba que tres gatos me oyeran.

Eso tenía pensado.

Pero dos semanas atrás en esa pobrísima emisora (...shhh ...se llama Radio Fénix) no había un sólo micrófono porque el dueño se los había llevado -nadie sabe a dónde- sin que le importaran los conductores que hacían programa un domingo por la mañana.

Una semana atrás, el programador no estaba y nos quedamos en la puerta esperando que nos la abrieran y que el programador apareciera -hasta hoy está llegando... y eso que no les cuento las veces que uno aparecía en la cabina y no había sillas, o cuando uno estaba al aire un cuarto de hora y resulta que los micros estaban desconectados o mandaba la pausa comercial y el programador estaba roncando la mona y uno tenía que improvisar para no dejar que se oigan los ronquidos en medio distrito-, así que creo que esta semana no habrá programa -porque no iré- ...y eso, de seguro que al dueño de la radio no le interesa ni tres pepinos- igual a mí tampoco-, por lo que mis comentarios se derivarán a este espacio que me parece más respetuoso para mi hígado.

Y se llama Cortinas de Humo. Primero, porque después de pensar tres días en el nombre no se me ocurrió nada -como es de costumbre-, hasta que una tarde a un criminal se le ocurrió fumar a mi lado y me ahogó las ideas de la cabeza. Tremendo salvaje. Pero se merece el cielo porque resumió de forma intoxicante todo lo que pasa alrededor nuestro en estos días. Puro chupete de colorante, irrespeto absoluto con el soberano que ve la televisión abierta y tiene que tragarse el sapo de los noticiaros y hasta del presidente Alan García cuando nos mete el dedo haciéndonos creer que todo lo que dice es cierto.

-¡...Y nosotros le creemos, señor Presidente! - como decía la imitación del Alejandro Guerrero-.

Bien decía David Zubiate: ¡No a la estafa!

Cuánta razón tenía.

...¿Cómo? ¿Que Susan Hoefken no merece ser peruana? Ah... sí, sí. Métanle palo por pinocha. ¡A la pira! De paso a todos los que usan condón y pastillas del día siguiente por cochinos y asesinos mata bebés... Qué se creerán...


CDH/EQM

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