viernes, 9 de marzo de 2012

Los riesgos del Servicio Policial Voluntario


Es increíble la forma inmediatista con la que ciertas autoridades piensan en resolver el problema de la inseguridad ciudadana. La creación del Servicio Policial Voluntario es definitivamente populismo absoluto. Se corre el riesgo que dentro del estamento policial los voluntarios tengan acceso a las armas –a pesar de estar impedidos de no portarlas-. Se corre el riesgo que quienes integren el SPV sean los miles de etnocaceristas a quienes se les prometió empleo, además del incremento de los casos de corrupción organizada y el acceso a legajos oficiales que con una sola llamada podrían meter preso o chantajear a cualquiera desde la cárcel.

Si los jóvenes oficiales que ahora vemos en la calles poco o nada pueden hacer frente a un problema de criterio de justicia, y frente a un abogado que les alza la voz y terminan intimidados porque su inmadurez y falta de experiencia los acorta, cómo podemos esperar que ese jovencito de apenas 20 ó 22 años imponga respeto a pesar de representar a la ley. Qué podemos esperar de un grupo de policías voluntarios -y encima desarmados- frente a una horda de pandilleros que a diario atacan a matar incluso con armas.

¿A la Policía se le respeta? No. Cuántas veces vemos que muchachos de Asia les gritan y jalonean como hijastro cuando los intervienen manejando ebrios o bebiendo en plena avenida sólo porque son hijos de magistrados.

Es claro que en el círculo cerrado del Ejecutivo existe un apresuramiento sospechoso y transparente por correr con proyectos de esta índole –el caso Gestores por ejemplo que fue una metida de pata, policías voluntarios, el salvavidas para el fútbol, etc.- , no sólo con el fin de mantener asegurada las preferencias en las encuestas, sino para que a las vez, sirvan como un contrapeso que balancee los hechos evidentemente irregulares del gobierno como los escandalosos beneficios carcelarios para Antauro Humala, y que gravemente el presidente Humala se niega a declarar desairando a la prensa a su antojo.

El decreto supremo que crea el Servicio Policial Voluntario es inconstitucional porque se salta con garrocha la existencia del poder Legislativo que ha quedado como un estropajo con el mensaje que podría entenderse como: ¿Al Congreso? No lo necesitamos. Y eso huele a Ecuador. Resulta escalofriante, en ese sentido, escuchar al señor Jorge Paredes, asesor principal del presidente del Congreso, Daniel Abugattás, sostener que frente a la burocracia y con el fin de ayudar a los más pobres, el programa Gestores para el Desarrollo podría saltarse las normas del Estado y las atribuciones del Ejecutivo.

Hay un plan oscuro que se sabrá con el tiempo.

Lo cierto es que la Policía Nacional –con el gran esfuerzo que hace- no puede ser una caricatura de la justicia. Si se necesita una ley que apoye a la policía frente a la detención de delincuentes por robos menores hay dársela. Si se necesita capacitarlos, subirles el sueldo gradualmente –el SPV será un doble gasto en el segundo año de existencia-, se debe hacer con proyección a futuro, no recortando los años de preparación policial ni ofreciéndole al país una asistencia más desprotegida de la que ya tenemos.


CDH/EQM

1 comentario:

  1. Se Deberían tomar figuras legales de otros Países como el arresto ciudadano, la fiscalización directa de los bomberos en cuanto temas contra incendios y desastres, un mejor sueldo para la policía mínimo sus S/.4 200 para el rango más bajo con seguros de alto riesgo apoyo de vivienda, escolaridad real, etc...
    y si deberían existir pero con instrucción gratuita, No sólo policías ciudadanos voluntarios si no también jueces o mejor llamados jurados para acabar con la corrupción y los ecubrimientos. l< reisntrucción y especialización es una solución ante la policia. y de igual manera a los serenazgos que operativamente se an vuelto menos que un wachiman ni armas de reglamento tienen...con su respectiva evaluación psicológica anual etc...

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