Ese ha sido el craso error de Toledo. Primero pelearse con Luis Nava, después pelearse con Alan y al final agarrársela con Kuczynski, quien de los tres, ha sido el que mejor capitalizó las pugnas que los propios colaboradores de la chacana atizaron.
Se excedieron demasiado hasta que llegaron al hartazgo y derramaron el vaso de leche hervida con esa ridícula prueba toxicológica que al final estuvo por demás y que nadie tomo importancia -sólo los titulares-. Las pugnas y las imágenes de líder de Perú Posible mientras le hacen las pruebas de sangre con un notario a lado le quitó toda la imagen de ex presidente. Se gastó.
Sus contendores han sabido desinformar muy bien lo que Toledo, ni sus chacanistas asesores, no han sabido explicar bien el tema de la despenalización del aborto y la legalización de las drogas. El tema se quedó en el camino y nadie lo tomó en serio. Cuán importante podría ser una posible despenalización. ¿Acaso no se atacaría mejor a los grandes carteles que han inundado nuestro país? Es una tarea dura pero eficaz que no estaría mal colocarla a debate. ¿Pero cómo lo explican? Chamba para los asesores.
Por el momento si el ex presidente no aprende de sus errores seguirá pisando el palito hasta caerse en la segunda vuelta, y hasta allí habrá llegado.
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