El presidente del Consejo de Ministros, Daniel Abugattás, anda desesperado por buscar que se evite su censura. Se ha reunido con diversas bancadas y en todas insiste sobre su buena intensión para llevar adelante el Programa Gestores para el Desarrollo que en el fondo no fue otra cosa que la agencia de empleos del nacionalismo.
Lo cierto es que en el afán apasionado por empujar la iniciativa, la inexperiencia y el desorden dentro del partido de gobierno, incluyó dentro de la lista de los gestores a Luis Alejandro Torres, curiosamente un militante de Gana Perú que falleció en el año 2010 durante un accidente de tránsito. Lo que significa que el asesor de confianza de Abugattás, Jorge Paredes Terry, entrevista fantasmas para el programa.
Lo más escandaloso es que otros dos militantes nacionalistas -Fernando Orellana y Galo Bernabé-, uno no sabía que ya era un gestor del gobierno, y el otro, había aceptado que coloquen su nombre en la lista pero no para trabajar en ella sino para estar nomás por si acaso... Y como para que nadie se de cuenta, Wilman Pebe Heredia, primo de la primera dama, Nadine Heredia, era el supervisor de las evaluaciones a pesar de ser el asesor de la Dirección General de Administración del Congreso.
Es por ello que el Consejo Directivo del Congreso resolvió dejar sin efecto el polémico Programa de Gestores, debido a las irregularidades que como ya se vocea, son el Waterloo de Abugattás, quien tampoco sería la alternativa como presidente del Consejo de Ministros -o quién sabe-. Por el contrario el hombre de confianza de Ollanta Humala podría ser despedido y premiado con algún cargo en el extranjero. Lo que hace que el presidente se rompa la cabeza porque entre sus operadores no tiene a nadie más para cargos precisos en el Congreso y como premier -allí necesitará más que nunca la ayuda de Perú Posible-.
El problema es que el mandatario no tiene operadores. No tiene intermediarios ni siquiera para negociar el tema de Conga. Por el contrario -la trastada siempre una peor que otra- ha decidió sacar un decreto de urgencia para salvar al fútbol local de la crisis inminente que sufre y así, de alguna forma, congraciarse con las encuestas. El jefe de Estado debe recordar que ese mismo decreto de urgencia es el mismo que le investiga al partido aprista, y que sólo se usa en casos de desastres nacionales.
No hay duda que la cancelación del Programa de Gestores es la afirmación de que la vehemente iniciativa tenía como fin sacarle la vuelta a la ley, al dinero de todos los peruanos y servir de coartada política para construir un asistencialismo infeliz del cual irían a sacarle provecho.
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